El oleoducto de Ocensa, que atraviesa 5 departamentos, está en riesgo de romperse en un tramo de Santander por las dificultades para efectuar un mantenimiento en la zona. La compañía, filial de Ecopetrol, lleva dos meses de bloqueo por parte de la comunidad que no les ha permitido ingresar al punto en el que se ha identificado que el ducto está en riesgo. Esto podría llevar a que se rompiera el tubo y 70% del petróleo del país podría quedar atrapado por la imposibilidad de transportarlo.
Se trata de un punto en el kilómetro 235, en el que el movimiento de la tierra ha ido presionando el tubo, con lo que se podría romper eventualmente. La compañía identificó el riesgo en meses pasados gracias al uso de un robot inteligente que viaja por medio del tubo analizando su situación.
Desde entonces han intentado ingresar. Sin embargo, los habitantes de la vereda Otro Mundo en Florián, Santander, han bloqueado el ingreso esgrimiendo una lista de 21 peticiones para la compañía.
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Sandra Wilches, profesional senior de Gestión Territorial de la empresa, señaló que las peticiones incluyen construcción de infraestructura como vías y puentes, que se sale de las capacidades de acción de la compañía. “Lamentablemente, nosotros no tenemos la capacidad de respuesta porque son proyectos que son del Estado. Sin embargo, lo que le hemos dicho a la comunidad es que no nos negamos y que busquemos hasta dónde podemos apoyar y qué gestión podemos hacer”, señaló.
El oleoducto de Ocensa transporta el crudo que se produce en los campos de Cusiana y Cupiagua hasta el puerto de Coveñas en Córdoba.
En consecuencia, Ocensa se encuentra preparando escenarios de contingencia ante una posible rotura y derrame por cuenta del peligro en el que se encuentra el oleoducto. En días pasados, la empresa realizó un simulacro de derrame en el que evaluó su capacidad de respuesta ante esta situación.
Jorge Torrado, gerente de Aseguramiento y Seguridad de proceso de Ocensa, expuso que en caso de que el oleoducto se rompa, el derrame podría ser de unos 19.000 barriles, que podrían llegar al río Minero. Para esto han instalado puestos de control permanente que les permitan reaccionar rápidamente ante una posible contingencia.
Torrado apuntó que han hecho múltiples reuniones con las comunidades para exponer los riesgos y la necesidad de ingresar a hacer el mantenimiento, pese a lo cual se han negado. En 2022, este ducto movió 570.000 barriles de petróleo diario, equivalente a cerca de 70% de la producción nacional.
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Torrado señaló que una parada en esta infraestructura, además de los efectos ambientales en la zona, podría tener un gran impacto económico para la Nación.
Este tubo conecta Cupiagua con centros como la Refinería de Barrancabermeja, la Refinería de Cartagena y el puerto de exportación en Coveñas, por lo que una interrupción en el flujo del hidrocarburo tendría un fuerte impacto en el país.
De acuerdo con Torrado, esto podría generar que el nivel de carga de las refinerías cayera incluso a la mitad y en un tercio las exportaciones de esta materia prima. Adicionalmente, señala que la parada en el flujo del oleoducto podría llevar a que algunos pozos tuvieran que frenar sus operaciones, generando un mayor golpe a la economía.
La compañía está a la espera de hacer dos mantenimientos en la región, uno en el kilómetro 238, donde el tubo presenta un deterioro por corrosión. El mantenimiento se tomaría entre 12 y 15 días, puesto que el ducto presenta corrosión, aunque no ha podido ingresar. La empresa destaca que este punto no presenta un riesgo latente, aunque es importante avanzar con el plan de cuidados al tubo.
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Sin embargo, es en el kilómetro 238 donde se debe hacer el mayor ajuste a la infraestructura, puesto que por cuenta del movimiento de la masa de tierra en la zona, el tubo se ha curvado y está recibiendo presión. Si bien el tubo tiene un nivel de resistencia a estos factores, se corre el riesgo de que se fracture. Por este motivo, Ocensa preparó un proceso para manejar esta situación. En total, el programa se tomaría entre 4 y 6 meses para completarse.
La compañía de transporte de hidrocarburos se está alistando ante una posible contingencia en la que se presente un derrame. Para esto han dispuesto una serie de puntos de control en los que se puede generar una respuesta a la emergencia.
En primer lugar, en caso de que se llegue a dar un derrame la primera atención se podría dar entre una hora y hora y media. En caso de que la comunidad permita el ingreso para hacer el manejo en la zona. En adelante, el crudo podría bajar hasta el río Minero.
En este punto en el que el crudo se cruza con el río, la empresa intentó poner un punto de control en el que se pudiera hacer la recolección del hidrocarburo. Sin embargo, esto tampoco ha sido posible.
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Por este motivo, está dispuesto un punto de recolección para detener el petróleo que baje por el río y pueda ser succionado y reinyectado en el punto más cercano. Para esto se dispone de una barrera física en el río por medio de la cual se orienta el crudo hasta las bombas que lo sacarán hacia tanques de almacenamiento.
En caso de que se diera un accidente, la compañía estima que podrían contener la emergencia y reparar el tubo en tres días, tras lo cual seguiría el proceso de recuperación ambiental para subsanar los daños que se pudieran causar.
Sandra Wilches, profesional senior de Gestión Territorial de Ocensa, señaló que la comunidad tiene un pliego de 21 peticiones, con temas que incluyen vías y puentes. Sin embargo, estos temas están fuera de la posibilidad de la compañía, que maneja recursos públicos. Por este motivo, señaló que lo que han hecho es trabajar con entidades del Gobierno para encontrar las soluciones a las necesidades de las comunidades.
“La disposición del Gobierno Nacional ha estado y eso lo hemos notado”, señaló.
Por su parte, Jorge Torrado, gerente de Aseguramiento y Seguridad de proceso de la empresa, dijo que anualmente se hacen pagos de impuestos específicamente a los municipios por los que pasa el oleoducto.
De hecho, en 2023 el municipio de Florián recibió $4.906 millones en impuestos pagados por la compañía por el uso del suelo. De igual manera, La Belleza, otro municipio donde no se ha podido ingresar, recibió el año pasado $1.907 millones por el mismo concepto.
DANIELA MORALES SOLER
Periodista de Portafolio
