El Programa de Alimentación Escolar de Bogotá es el más grande del país. En promedio, a través de él la Secretaría de Educación Distrital entrega entre 800 y 900 mil raciones diarias de complementos alimentarios para beneficiar a estudiantes de instituciones públicas de la capital, contribuyendo de esta manera a mejorar el aprendizaje, garantizar la permanencia de los alumnos y disminuir la deserción escolar.
Para hacer realidad este propósito la Secretaría suma esfuerzos con diferentes actores públicos y privados, entre ellos Compensar, una alianza que en agosto completa 20 años consecutivos y que, mediante el Servicio Integral de Desayunos y Almuerzos Escolares (SIDAE), operado 100 por ciento por esta entidad, impacta a 310.000 estudiantes de 214 instituciones educativas, distribuidas en 20 localidades de Bogotá, incluyendo Sumapaz, donde operan 23 comedores rurales.
De acuerdo con Óscar Mario Ruiz, director de la Unidad de Bienestar y Desarrollo Social de Compensar, a finales de los años 90, con la visión de que el bienestar debía ser territorial, y que era su deber abarcar a otras poblaciones, más allá de sus afiliados, Compensar identificó la oportunidad de trascender su impacto llegando a los alumnos del Distrito. "Creemos que el bienestar es territorial, que es un derecho de todos; por eso decidimos ampliar nuestra acción social y poner al servicio del programa público de alimentación nuestra experiencia, conocimiento e infraestructura, para de esta manera beneficiar a cada vez más personas", aseguró.
Siguiendo con el directivo, este programa se ha convertido para Compensar en el mejor referente de aplicación de una política pública, que se ha mantenido vigente a lo largo de estos 20 años con 6 administraciones diferentes, mediante una propuesta de valor que impacta positivamente en la salud, el bienestar y el desarrollo integral de millones de estudiantes. "Para nosotros ha sido muy importante; es tal vez la alianza más significativa que hemos tenido y ha sido una oportunidad para servirle a nuestra ciudad, construyendo capacidades alrededor de múltiples actores," afirmó Ruiz.
Innovación: un ingrediente esencial
La responsabilidad de alimentar diariamente a más de 310.000 personas está acompañada por una minuciosa logística que permite garantizar la comida caliente dentro del Servicio Integral de Desayunos y Almuerzos Escolares (SIDAE), que incluye: comida caliente, preparada en los comedores de las instituciones educativas; comida caliente transportada, (cocinada en algunos colegios, además de una planta satélite, que es llevada luego hacia los colegios que no cuentan con comedor escolar); y complementos reforzados, alimento complementario que representa el 30% del aporte calórico que requieren los estudiantes. A través de estas tres modalidades Compensar entrega 309.000 raciones de comida diarias, distribuidas en 221.000 desayunos y almuerzos, 65.000 almuerzos transportados y 23.000 complementos reforzados.
Precisamente, uno de los mayores avances del programa ha sido la introducción de la modalidad de comida caliente transportada, implementada hace 11 años, que ha permitido expandir la cobertura del PAE sin la necesidad de contar con cocinas en cada institución educativa. "El pasar de comida preparada en comedores escolares a comida transportada caliente es un hito significativo porque nos permite ampliar la cobertura llegando a más niños de diferentes escuelas y colegios, y esto ha sido posible, entre otras cosas gracias a nuestra planta satélite de producción de alimentos para el Servicio Integral de Almuerzos Transportados”, explicó Ruiz.
Otro de los componentes del programa ha sido la calidad, lo que lo convierte en el único del país en contar con la certificación ISO versión 2015 en gestión de convenios en el marco de programas de alimentación escolar y desarrollo social. Esto sumado a un continuo acompañamiento del Distrito y de diferentes firmas de interventoría, como la Universidad Nacional, encargada de verificar en sus auditorías diarias cada una de las condiciones de los platos en términos de características nutricionales, gramaje y calidad de preparación.
Economía local
El Programa de Alimentación Escolar de Bogotá no solo contribuye a mejorar la seguridad alimentaria de los estudiantes de los colegios y escuelas públicas, sino que también impulsa la economía local al incluir a pequeños productores en la cadena de suministro, logrando que cerca del 23% de las compras provengan directamente de productores locales.
Adicionalmente, en términos de generación de empleo se destaca la vinculación directa de más de 3.200 personas que hacen posible la operación de los comedores escolares, a los que se suman alrededor de 800 empleos más, creados a través de la red de proveedores; una red cada vez más especializada que facilita una operación logística robusta para dar respuesta a las necesidades puntuales que se presentan, relacionadas con optimización de tiempos, costos y suministros, entre otros.
“El Programa de Alimentación Escolar nos ha permitido servirle a Bogotá, entendernos como operadores sociales y aprender a generar capacidades, gracias a la confianza del Distrito. Por eso lo vemos, además, como un caso de éxito, pues para que los alimentos lleguen a los niños, se ha requerido el fortalecimiento de tecnologías duras y blandas, el transporte, acuerdos comerciales, la gestión de calidad, entre otros aspectos, haciendo que toda la cadena, de principio a fin, cumpla con el propósito de aportar al bienestar integral de los niños” enfatizó Óscar Mario Ruiz.
Llegando cada vez más lejos
De los 214 comedores que opera actualmente Compensar, 191 están ubicados en las áreas urbanas de Bogotá y otros 23 se encuentran en Sumapaz, localidad rural, abarcando así los diferentes puntos cardinales de la ciudad.
Todo este programa es acompañado con un componente pedagógico enfocado en promover la sana alimentación y fortalecer hábitos de vida saludables en estudiantes, padres de familia y docentes, a través de actividades lúdicas y espacios formativos diseñados para cada uno de los ciclos educativos, con el fin de proporcionar una oferta integral que apoye el crecimiento y desarrollo de los estudiantes.
“Este programa nos ha permitido, desde distintas ópticas, sacar lo mejor de los diferentes actores involucrados, con un gran objetivo en común: aportar al bienestar integral de los niños, niñas y sus familias; por eso seguiremos honrando esa confianza que nos han otorgado, poniendo toda nuestra experiencia al servicio de quienes, desde ya, son el futuro de nuestro país”, concluyó Óscar Mario Ruiz, director de la Unidad de Bienestar y Desarrollo social de Compensar.
