Al cierre de noviembre de 2023 el crédito en Colombia mostraba mayores síntomas de deterioro, bajaba por octavo mes consecutivo y además perdía profundidad con relación al producto interno bruto (PIB).
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Esas dos características de las que ya se ha hablado en diferentes ámbitos, están relacionadas con el incremento de la inflación, altas tasas de interés y de las condiciones de la economía, aunque hay que mencionar que los establecimientos de crédito continúan mostrando indicadores prudenciales adecuados y superiores a los mínimos regulatorios que les permitirían absorber una eventual materialización de riesgos.
De acuerdo con las cifras de la Superintendencia Financiera, a noviembre el saldo bruto de la cartera ascendió a $687 billones, con una caída real anual del 6,1% frente al mismo mes del 2022, mientras que el indicador de profundización se situó en 44,3 % del PIB, es decir 3,5 puntos porcentuales por debajo de noviembre de 2022 cuando la cifra era de 47,8 % del PIB.
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Según una estimación de Asobancaria, la cartera total habría caído 6,8% real anual en todo el 2023 y se espera que la profundización haya cerrado en 44,8 %.
El gremio indicó que se necesita recuperar la profundización financiera para acercar al país a su nivel potencial del 65 %.
Para la Superfinanciera, en concordancia con el ciclo de crédito, la cartera completó ocho meses con variaciones reales anuales negativas y registró en noviembre una caída de 6,1 % en el saldo bruto, lo que refleja el aporte anual real negativo de consumo, comercial y vivienda con 10,5 %, 5,3 % y 1 % respectivamente, que no pudieron ser neutralizados por la variación positiva de microcrédito.
Finanzas personales
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La cartera comercial registró en noviembre seis meses de caídas continuas, acorde con el mal entorno macroeconómico. Los créditos de consumo continuaron en la fase de decrecimiento del ciclo de crédito, con una variación negativa de 10,5 % real anual (es decir, una caída de 1,5 % nominal) en noviembre. De esta tasa, el 59,1 % se explica por el producto de libre inversión, que acumula un decrecimiento real anual de 17,5 %, le precede consumo bajo monto con una caída de 61,9 % y le sigue la libranza con una cifra negativa del 9,4 %.
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La financiación para adquisición de vivienda cayó con un registro negativo de 1 % real anual, con 10 meses seguidos en esa tendencia. Los desembolsos en noviembre alcanzaron $ 2,6 billones, impulsados en proporción similar por el segmento No VIS y VIS con $ 1,3 billones en ambos segmentos. Para el caso de la financiación VIS el saldo de la cartera reporta un crecimiento real anual de 9,5 % y en No VIS una caída de 5,3 %.
Por su parte, microcrédito completó 33 meses consecutivos de registros positivos hasta 1,9 % real anual. El saldo que reporta mora mayor a 30 días alcanzó los $35,7 billones y registró un aumento intermensual en el saldo de $559.500 millones. Frente a noviembre de 2022, el saldo se incrementó a una tasa de 29,1% real anual, impulsado por la mora de microcrédito que registra datos positivos y tendencia creciente por octavo mes consecutivo con 48,8 % anual, consumo que creció 38,8 % real anual y comercial que completa seis meses con crecimientos positivos con 20,2%.
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La modalidad de vivienda por cuarto mes consecutivo presentó variaciones positivas en su cartera vencida y reportó un crecimiento real anual de 13,6 %. La cartera al día ascendió a $ 651,3 billones, esto representa el 94,8 % del saldo total.
El indicador de calidad de cartera por mora para el total del portafolio, calculado como la relación entre el saldo vencido y bruto, fue de 5,2 % mientras que un año atrás ese indicador era de apenas 3,8 %.
HOLMAN RODRÍGUEZ MARTÍNEZ
Portafolio
