Actualmente, el sector de construcción de edificaciones en Bogotá y Cundinamarca cuenta con 1.282 frentes de obra activos en proyectos de vivienda en la ciudad y los 23 municipios aledaños, lo que equivale a la construcción de 208.000 viviendas, número que está afectado por cuenta de los paros que se están presentado en todo el país.
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De ese total, 457 obras (35 %) se encuentran en fase de cimentación, estructura y obra negra, lo que implica una alta demanda diaria de insumos y suministros para desarrollar efectivamente la programación y ejecución.
En un sondeo realizado por Camacol Bogotá y Cundinamarca, se encontró que el 80% de las obras enfrenta problemas de suministro de materiales, y en todos los proyectos la inasistencia de trabajadores ha aumentado debido a los bloqueos en la ciudad y sus accesos.
Al respecto, Edwin Chiriví, gerente de Camacol Bogotá y Cundinamarca, reiteró la importancia de levantar los bloqueos, restablecer urgentemente la cadena de suministro y garantizar la operación logística y la movilidad de los trabajadores.
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“Somos un sector que demanda insumos de 34 sectores comerciales e industriales de la economía, y cuya cadena de suministro abarca 170 ramas de producción que abastecen las obras. Además, en la ciudad y la región se desplazan diariamente más de 450.000 trabajadores. Por tanto, frenar las obras es frenar la mitad de la economía de la ciudad y la región”, afirmó Chiriví.
El gremio estima que, por cada día que se detengan los proyectos en fase de construcción en la ciudad y la región, las pérdidas agregadas pueden superar los $62.000 millones.
A esto, el Comité Intergremial de Bogotá & Cundinamarca aseguró que ante los hechos asociados con
los bloqueos a la movilidad en Bogotá y Cundinamarca, al que en las últimas horas se han sumado otros sectores, afectando los ingresos y salidas en la región y el normal funcionamiento del transporte masivo, sistema de educación, y recolección de residuos sólidos, el Comité hace un llamado urgente a levantar los bloqueos y a retomar el diálogo entre el Gobierno Nacional y los manifestantes para llegar a un pronto acuerdo.
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"La manifestación pacífica es un derecho fundamental, consignado en la Constitución Nacional, que enriquece el ejercicio democrático de la ciudadanía. No obstante, lo anterior no avala las vías de hecho, manifestaciones violentas, ni las afectaciones al orden público, a la seguridad y a la vida de las personas. Desbloquear Transmilenio, no afectar la movilidad intermunicipal y garantizar la prestación de servicios esenciales para los ciudadanos es el inicio de la solución", mencionan.
PAULA GALEANO BALAGUERA
Periodista de Portafolio
