El programa de Mi Casa Ya, un subsidio estatal para la compra de vivienda nueva de hasta 150 salarios mínimos, ha afrontado grandes cambios desde la llegada del Gobierno. Principalmente se transformó el mecanismo de asignación con el cual se priorizan los hogares más vulnerables a la hora de comprar vivienda. Pasados ya casi dos años, y con las reglas más claras, el Ministerio de Vivienda, a través de Fonvivienda, ha superado sus metas en asignación. Sin embargo, para 2025, el panorama se torna borroso.
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Así lo dejó en evidencia Arturo Galeano, director de Fonvivienda, en el seminario del Centro de Estudios Económicos, Anif, en el que explicó al auditorio que, aunque la meta del Gobierno era alcanzar los 200.000 subsidios para final del cuatrienio, es decir, 50.000 anuales, es una meta que será superada.
Para 2023, se asignaron 52.239 subsidios además 25.718 para respaldar la asignación del 2022. En 2024 la asignación va en 36.806 y se espera terminar con un poco más de 52.000. Pese a este buen avance, para el año 2025, hay asignados 4.136, pero solo hay vigencias futuras aseguradas para 20.500 subsidios.
“En medio de la crisis que enfrenta el Estado, ya tenemos una base cierta para garantizar como mínimo 20.500 subsidios. No obstante, le estamos apuntando a pedir recursos adicionales para cumplir y garantizar las metas del Plan Nacional de Desarrollo de los 50.000 subsidios”, explicó Galeano.
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Mi Casa Ya
Archivo particular
En recursos, Fonvivienda ha pagado más de $1,2 billones durante la presente vigencia y además cuenta con los recursos disponibles para comprometer $1,3 billones más en lo que resta del año.
“Se ha escuchado en medios de comunicación que el Ministerio de Vivienda tiene las platas parqueadas en las fiduciarias, y aquí está la Fiduciaria de Occidente, que es nuestro aliado en Mi Casa Ya, y no nos deja mentir, ese dinero se ha pagado”, agregó Galeano.
Sobre la focalización, asegura que la meta del Gobierno es priorizar a los hogares más vulnerables al acceso a vivienda mediante la Vivienda de Interés Prioritario (VIP), por lo cual este año iniciaron con la preasignación de subsidios para esta población.
“Las preasignaciones están diseñadas para las personas de más bajos recursos, el gran cuello de botella es lograr el cierre financiero. La idea es focalizar el acceso a la vivienda para las personas de más bajos recursos. La ministra de Vivienda dice que el programa Mi Casa Ya está enfocado para los más ricos de los pobres y es cierto, hay que reflexionar sobre quienes son los que están adquiriendo la VIS. Actualmente el subsidio está en 20 o 30 salarios, es decir, $26 millones o $39 millones, cuando el costo de una VIS en Bogotá está en $196 millones, por eso son los más ricos de los pobres”, manifestó el director de Fonvivienda.
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Mi Casa Ya
Alcadía de Chiquinquirá (Boyacá)
Asegura que, con esta apuesta, el sector de edificaciones se está enfocando más en la construcción de este tipo de vivienda.
¿Hay 17.000 coberturas para lo que resta del año?
Sobre la preocupación de Camacol de la falta de garantía de 17.000 subsidios a la tasa (Fresh) con lo cual no se podría asignar el alivio financiero, señaló Galeano que sí están los recursos que garantizan el cierre del negocio de las familias.
PAULA GALEANO BALAGUERA
Periodista de Portafolio
