Con el fin de reactivar la economía, el Gobierno suscribió, con actores del sector privado, el ‘Pacto por el Crédito’, un compromiso que permitirá disponer de más recursos para financiar los sectores que más jalonan la economía, entre los que destaca el cupo para la vivienda, esto como alternativa para evitar la Ley de inversiones forzosas.
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En total serán $55 billones adicionales en desembolsos de crédito a sectores estratégicos durante los próximos 18 meses, en los que también se priorizará la economía popular, a la que normalmente se le cerraban las puertas por el alto riesgo que significaban en el manejo crediticio, pero que ahora serán tenidos en cuenta por este pacto.
A nivel general son más de $250 billones para todos los sectores, y para el renglón de vivienda e infraestructura serán $46,6 billones, los cuales ayudarán a las pequeñas y medianas empresas a salir de los números rojos que los dejó el cambio en la política pública de Mi Casa Ya, la caída en el ritmo de compra y la baja en nuevos proyectos de infraestructura.
Al respecto, Guillermo Herrera, presidente de la Cámara Colombiana de Construcción (Camacol), en entrevista con Portafolio, si bien destacó que será provechoso para la industria, hizo hincapié en que deberá de ir de la mano de garantías para el programa Mi Casa Ya, ya que es el mayor número de ventas en el país.
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¿Cómo reciben el pacto por el crédito?
Resulta positivo que Gobierno y el sector financiero hayan llegado a un acuerdo que puede generar mayores estímulos para el acceso al crédito y que, claramente, evita la incertidumbre de la discusión de una ley de inversiones forzosas que, por el contrario, hubiera generado presiones sobre el costo del crédito hipotecario.
En todo caso, el éxito del Pacto por el Crédito en materia hipotecaria depende de un factor muy importante: la disponibilidad de recursos para garantizar por lo menos, los 50 mil subsidios de Mi Casa Ya para 2025, y que hoy no se reflejan en el proyecto de ley de presupuesto que se debate en el Congreso de la República.
Mientras tanto, ¿cree que esto puede ayudar al sector a salir de los números rojos?, ¿es una solución a la situación actual del sector?
Sí. En la medida en que la disponibilidad de crédito también esté acompaña de recursos para Mi Casa Ya. En Colombia, solo el 20 % de la población de mayores ingresos puede comprar vivienda en ausencia de ayudas del Estado, de manera que existen importantes limitaciones para que la mayor parte de los hogares pueda endeudarse para comprar vivienda, a pesar de que exista más crédito.
Por el lado de quienes demandan vivienda diferente a la VIS, consideramos que las mejores tasas y elevar la proporción del ingreso que pueden destinar los hogares para pagar la cuota del crédito al 40 %, puede dinamizar este segmento que representa el 30 % del mercado.
Sin embargo, en un mercado en el cual el 70 % de las ventas son VIS, la disponibilidad de recursos para programas como Mi Casa Ya es un elemento central para lograr que los hogares accedan a crédito y que el sector, por fin, salga de los números rojos.
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¿Este acuerdo ayudará a las pequeñas empresas a reinventarse?
Por lo menos en materia de vivienda, el Pacto por el Crédito está centrado en financiación para adquisición y mejoramiento. Sin embargo, en la medida en que se extiendan las líneas para el sector industrial, creemos que existen posibilidades interesantes de que la cadena de valor pueda fortalecerse.
¿Hay proyectos para la inversión de esos recursos?
Sí. Para julio de 2024 el sector constructor registraba un total de 166.736 viviendas disponibles para la venta en 3.011 proyectos de cerca de 1.400 empresas.
Estos proyectos están distribuidos a lo largo y ancho del país y suman un valor en ventas de cerca de $52 billones, con lo cual solo la oferta disponible (las unidades que no están prevendidas) podría demandar aproximadamente $25 billones en crédito hipotecario.
PAULA GALEANO BALAGUERA
Periodista de Portafolio