El Banco Agrario es un instrumento potente del Estado para llevar servicios financieros a los campesinos, a las poblaciones rurales y para irrigar los subsidios.
La primera etapa del banco como pagador de subsidios se realizó con la implementación del Programa de Familias en Acción en condiciones bastantes difíciles por la carencia de canales modernos como cajeros, corresponsales, banca virtual y plataformas que permitieran dispersar los pagos de manera ágil y oportuna, además de ello, sin bancarizar a los beneficiarios.
El banco se vio obligado hacia el año 2007 a realizar un proceso profundo y ágil de ampliación de canales para poder atender el gran volumen de pagos en todo el país donde ya las famosas cajas extendidas no eran un canal idóneo de pago por los costos y los riesgo que implicaba. Esas fueron las primeras filas inmensas que se presentaron.
Fuimos jugadores importantes en la implementación de la red de cajeros a través de un convenio con Servibanca que de cero cajeros en oficinas se pasó a 350 en oficinas y más de 1.700 de esta red a precios competitivos. Así mismo, se diseñó el modelo propio de corresponsales que hoy son lo que más transacciones realizan, se puso en marcha la banca virtual y se dejó en diseño la banca por celular.
Cuando veo las aglomeraciones, las molestias y los reclamos de los beneficiarios del nuevo subsidio para más de 2,5 millones de colombianos veo que el Banco Agrario como operador del convenio de pago le faltó ser previsivo y tomar las acciones necesarias en materia de la capacidad tecnológica, operativa y de recursos para atender con eficiencia esta gran responsabilidad que finalmente afecta sensiblemente la imagen del DPS y al Gobierno Nacional en general.
Es necesario que el Banco Agrario tome esta experiencia de estos primeros pagos de la renta ciudadana para establecer una nueva fase de modernización y ampliación de canales propios para garantizar un proceso ágil en la dispersión y pago de los subsidios.
Hay que sincerarse con los corresponsales de otras redes porque aunque en las cifras aparece que cuenta con más de siete mil corresponsales, en la práctica solamente son muy pocos los que efectivamente prestan el servicio lo cual afecta seriamente el proceso de pago; se debe analizar la viabilidad de realizar convenio con otras redes de cajeros que ayuden a descongestionar los propios; hacer convenios con Bancolombia para utilizar Nequi como medio de pago, pero a la vez, es necesario bancarizar a los beneficiarios que no cuenten con un medio de pago, lo cual requiere desarrollar una estrategia comercial y operativa con este fin.
Es una tarea titánica que la Alta Dirección debe adoptar para evitar una nueva insatisfacción de los beneficiarios y que lleve a Prosperidad Social a suspender el convenio por incapacidad del Banco Agrario para atenderlo adecuadamente. Eso sin mencionar la necesidad de modernizar la entidad como brazo financiero del campo donde hay mucho por hacer.
JESÚS ANTONIO VARGAS
Consultor Empresarial
jesusvargas.orozco@gmail.com
