Raddar presentó el informe sobre el gasto de los hogares en Colombia durante julio del 2024. Según las cifras de la medición de Gastometría, en el séptimo mes del año, el gasto de los hogares fue de $101,67 billones. En julio de 2023, el gasto fue de $97,1 billones, lo que significó un crecimiento en términos corrientes de 4,68%, menor que el mes anterior que fue de 5,14%.
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En términos reales, el reporte precisó que el crecimiento anual del gasto tuvo una contracción de 2,04%, acumulando cuatro meses de nuevo ajuste o 21 meses desde noviembre de 2022.
“La colocación crediticia, sumando la causada con tarjeta de crédito, consumo - libre destinación e hipotecaria, tuvo un crecimiento anual de 10,7%, debido mayormente a la dinámica en colocación de crédito hipotecario frente al año pasado solamente 27,7%. El salario mínimo real vigente, tuvo un aumento anual de capacidad de compra de 4,88% y de salario por ocupado de -3,0%”, detalló el informe.
Asimismo, el reporte destacó que “la cifra de julio evidencia la dificultad a la que aún se enfrentan los hogares para recuperar su capacidad de gasto”.
El gasto de los hogares continúa en terreno negativo
De acuerdo con la medición de Gastrometría de Raddar, estos resultados también se vieron impactados por la lenta desaceleración de la inflación, que si bien cedió durante el mes, “no se reflejó en una recuperación del gasto”. Esto, debido a que los precios de muchos productos aún se mantienen por encima del promedio histórico, siendo el caso de la papa, “un ejemplo que permite entender que la inflación de un producto tan importante en la cotidianidad colombiana podría frenar la recuperación, pese a otras señales positivas del mercado”.
“La desaceleración de la inflación, que implica que los precios están creciendo a una menor tasa en comparación con el año pasado, es una buena noticia y puede continuar aumentando las expectativas en los últimos meses del año”, precisó el informe.
Ahora bien, según el reporte, se logra vislumbrar “una lenta recuperación”. “En los últimos doce meses, la inflación ha cedido luego de uno de sus picos históricos, posibilitando un leve alivio en el bolsillo, lo cual se ha venido reflejando en el promedio de la variación del gasto real, que si bien se mantiene en terreno negativo evidencia una tendencia al alza desde el noviembre pasado”.
Si bien, el freno de la inflación en mayo y junio generaron cierto estancamiento en el gasto de los hogares, el reporte señaló, que la contracción que se da en julio podría incidir en la "senda de recuperación del gasto en los últimos meses. Es importante recordar, que esta recuperación del gasto será un catalizador importante en la dinámica económica”.
En cuanto al consumo privado, este presentó cierta “revitalización”, pero mantiene un crecimiento inferior al agregado de la actividad económica. “Para el segundo trimestre del año el consumo privado medido desde las cuentas nacionales mostro una tendencia de recuperación al crecer un 1,5% en términos interanuales (el dato más alto en cerca de un año). Esta dinámica puede responder a factores como la desaceleración de la inflación, una mayor resiliencia a la esperada por parte del mercado laboral, especialmente en el sector formal, y unas menores tasas de interés, entre otros factores”, apuntó la medición.
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Gasto de los hogares
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Tendencia de las fuentes de gasto
Para julio de 2024, la fuente de gasto que presentó el mayor crecimiento interanual correspondió a las remesas, las cuales han continuado registrando máximos históricos en la llegada de dólares, “favorecidas por un empleo más fuerte de lo esperado para latinos en países como Estados Unidos y una ligera depreciación del tipo de cambio que termina beneficiando a los hogares que reciben esta fuente de ingresos”.
Además, los créditos de consumo mostraron un importante aporte al cambio del gasto. Tras un periodo de caídas, estos han mantenido una tendencia positiva durante este año, en un entorno de tasas de interés más bajas y menor carga de deuda para los hogares.
Según el informe, la desaceleración en el crecimiento de salarios y rentas preocupa por ser la fuente de gasto de los hogares con mayor peso, pese a una mayor resiliencia a la esperada del mercado laboral y una nueva caída en la inflación, con lo que en julio el salario por ocupado contrajo una capacidad interanual de compra del -3,0 %.
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