Con una experiencia de casi cuatro décadas, el español Luis Galindo, experto en temas de motivación a directivos, pide que no se afirme que todas las empresas son iguales. “No es verdad. Las empresas se diferencian entre las que simplemente quieren facturar y las que, además, cuidan a la gente. Porque tienen valores y ven su poder de trascendencia para hacer fácil o difícil la vida de la gente”, afirma.
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¿Es la primera vez que viene al país?
No había venido nunca. He venido de la mano de Mentes Expertas, una empresa española que tiene en su equipo a los mejores conferencistas de habla hispana. Trabajo en 15 países.
¿Cuáles son las necesidades del los directivos de hoy?
Siempre ha sido importantísimo el compromiso, la motivación. Pero ahora más que nunca porque tenemos delante muchos retos: atraer el talento joven, la inteligencia artificial y cómo hemos quedado después del covid con la tendencia al teletrabajo.
¿Cómo debe ser el teletrabajo?
Hay tipos de trabajo que lo permiten más, pero hay otros en los cuales la presencialidad es fundamental. En las áreas en que se pueda hacer tiene que haber siempre equilibrio con la presencialidad para que no se pierdan los lazos emocionales entre el equipo.
Las sinergias son un concepto fundamental: yo aprendo al escuchar al otro y también se me ocurren ideas que jamás hubiera tenido si hubiera estado solo. Van a salir ideas que no son la suma de lo que dijeron tres o cuatro, sino que será algo que tiene un valor exponencial frente al trabajo solo en casa. Desde el punto de vista profesional es imprescindible la presencialidad. Y lo otro es la importancia desde el punto de vista social, emocional y humano.
¿Cómo atraer ese talento joven?
Hablamos de que se requiere talento que no solamente tenga capacidades profesionales y tecnológicas que son imprescindibles para determinados puestos, sino que tiene que tener también capacidades de compromiso, generosidad, motivación, actitud positiva. Cuando trabajas con tantas empresas te das cuenta que la diferencia entre una empresa normal y una empresa especial está en los valores. No volvamos a decir que todas las empresas son iguales.
No es verdad. Las empresas se diferencian entre las que simplemente quieren facturar y las que, además, cuidan a la gente. Porque tienen valores y ven su poder de trascendencia para hacer fácil o difícil la vida de la gente, para hacerlos felices o infelices. Además, si la persona llega a casa y tiene un mal día en el trabajo, eso lo nota la pareja y los hijos. Luego tenemos un poder enorme sobre las personas que trabajan con nosotros. Incluso sobre sus familias. Entonces tenemos que ser muy cuidadosos sobre a quién ponemos de jefe. Hay que poner a los mejores.
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¿Por qué el talento joven es esquivo o no se conecta fácil con la empresa?
Estoy con empresas de Brasil y Portugal a las que les cuesta mucho contratar talento tecnológico porque tiene muchas ofertas. Tenemos que enamorar, la gente buena y con talento quiere trabajar en un sitio en donde se siga desarrollando y a la vez la cuiden, la traten bien y le den cariño.
En Colombia he notado que hay relaciones cálidas, eso hay que trasladarlo al mundo de la empresa.
Y no es debilidad. Todo lo contrario, una persona debe ser muy fuerte para expresarle a alguien “estoy orgulloso de que trabajes conmigo” o “me encanta que estés en mi equipo”. Hace falta volver al directivo exigente pero cercano. Máxima exigencia y máximo cariño.
¿Cuál es el perfil del líder de hoy?
Eso es lo que más nos piden y hablamos de un liderazgo inspirador. Es llamar al corazón de la gente para que saque lo mejor de sí misma. No son solo los mejores técnicamente, sino los mejores también humanamente. Es fundamental la empatía, ponerse en el lugar del otro, el respeto y la generosidad para compartir lo que sabe y ayudar a la gente a que crezca. El directivo debe ser un ejemplo, un faro, una guía de lo bueno. No hay que ir por la vida a mínimos, sino ir por la vida a máximos. Y cuando digo esto, señalan que soy adicto al trabajo, pero no, hay que ser adictos a la vida. Somos una sola persona, no hay una vida personal separada de la del trabajo. Debemos estar lo mejor posible en ambos lados, eso influye hasta en la salud.
Liderazgo
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¿Cómo entender la IA?
No sabemos cómo va a ser el mundo dentro de unos años, es una incógnita. Lo que sí sabemos es que va a haber muchos cambios, muy rápidos y muy profundos. Entonces lo que se requiere es gente, equipos, empresas con un alma fuerte. Si tenemos un alma fuerte, estaremos preparados para el escenario A, para el B y para el Z. Esa alma fuerte tiene que ver con valores, compromiso, entusiasmo, emoción.
¿Qué pasa con estos conceptos cuando las metas empresariales no se dan?
Cuando le preguntaron alguna vez a Rafa Nadal qué hace cuando su oponente le está ganando o cuando aparecía una molestia física que le impedía ganar, él dijo que, justamente, cuando el partido es difícil, cuando la vida es difícil, es cuando hay que poner el doble de ilusión, el doble de pasión. Lo difícil es estar bien cuando hay problemas económicos en la empresa, cuando hay presión de trabajo. Es ahí donde se ve a un directivo que vale la pena. Hay una palabra que se ha puesto muy de moda: resiliencia, la capacidad de superar momentos difíciles y salir mejor que antes.
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CONSTANZA GÓMEZ GUASCA
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