En reciente encuesta a más de 230 líderes de distintas industrias sobre el valor de la sostenibilidad, la conclusión es patente: las compañías deben respaldar su retórica con acciones concretas, cerrando brechas de asignación recursos, implementación e integración organizacional, para extraer mayor valor.
Para lograrlo, hay que ver más allá de la reputación, donde la mayoría coincide hay oportunidades de creación de valor desde la sostenibilidad, y enfocarse en las operaciones del negocio. Esto requiere mejor integración de la sostenibilidad al negocio, empezando por las áreas financieras que juegan un rol crítico porque asumen la obligación de reportar cómo las compañías miden el impacto de los temas de sostenibilidad en su última línea.
Claro, aún persiste la brecha ente la atención que se le da a la sostenibilidad desde el liderazgo de las compañías y la asignación de recursos de capital; los líderes empresariales pueden entender los retos y sentirse incluso personalmente comprometidos, pero cuando no hay alineación con los comportamientos del día-a-día y los sistemas que operan en la organización, se diluyen las oportunidades.
Esta brecha se puede cerrar identificando las áreas donde se agrega valor desde la implementación de prácticas sostenibles que cuenten con información suficiente para definir métricas de gestión adecuadas. Más allá de las áreas que gestionan la percepción y el relacionamiento con partes interesadas, se encontró que las áreas de I+D e innovación son cruciales para la generación de valor desde la sostenibilidad, pues allí es donde se atraen recursos de capital y se perfila el cambio en la organización con la premisa de mejorar los fundamentales de lo que la compañía ofrece al mercado.
Así mismo, se encontró que las acciones en las áreas de relacionamiento con clientes y cadena de valor también son esenciales en la medida que invitan a que haya mayor colaboración en las conversaciones sobre los asuntos materiales que impactan a la organización y la definición de su estrategia sostenible, para lograr acciones concretas y medibles, con asignación de recursos.
Ahora, existe una brecha importante sobre la colaboración de otras funciones de la compañía en este proceso, por lo menos a niveles operativos, que requiere mayor entendimiento y alineación; esta brecha no parece identificarse al nivel directivo donde la percepción es que hay una integración real de la sostenibilidad a través de la organización.
No hay una única forma para cerrar esta brecha, pero contar con mejor información y la habilidad de medir impacto incorporando la tecnología en esta ecuación, contribuye a esta alineación. En este contexto, el acceso a datos de mejor calidad es esencial, no solo por los crecientes requerimientos de estándares de reporte, sino como una forma de articular la acción; recoger datos para presentar reportes no genera valor, se requiere reforzar los equipos para que los datos se incorporen a la estrategia de negocio y en la gestión, para que contribuyan a la toma de decisiones.
MAURICIO CUESTA ESGUERRA
Consulting Partner ERM
