Parece obvio y lo repetía hasta a hace poco el Presidente Petro. Y lo reiteran también Paul Krugman, y Robert Solow; es uno de los elementos básicos del entendimiento de la economía universal. Pero eso no le quita a nadie la autoridad para seguirlo repitiendo. La repetición es la base de grabar ideas en la mente de las personas.
Pero el común de la gente en Colombia (y en el mundo, presumo), no sabe cómo mejorar sus ingresos o no entiende cómo se mejoran ‘naturalmente’, si es por favor del jefe, o por algún milagro de la creación. Es mejorando la productividad que se mejoran los ingresos, obvio para casi todos nuestros lectores.
La productividad en su más básica expresión es hacer más con los mismos recursos o lo mismo con menos recursos. Productividad lo equiparan -por lo que hemos oído de con los campesinos mismos- con trabajar más que es una forma de ella pues hay más fuerza laboral, pero normalmente la comprensión del concepto no es clara. Y es muy crítico entender el rol de la tecnología, del conocimiento, de la mecanización y del crédito para adquirirlos y subir los niveles de productividad. Y subirlos de manera importante y sacar a la población del pancoger, de la mera subsistencia que los mantiene en la pobreza.
En nuestro campo, en nuestra agricultura, este concepto es aún más difícil de entender e implantar por la empiricidad de las prácticas agrícolas, el conservatismo tradicional y entendible de sus habitantes y el bajo nivel de escolaridad de una población que crece en edad. Pero es crítico hacerlo de manera a lograr llevar la gente a cambiar la idea de equiparar precio con prosperidad (o productividad), al concepto de alta productividad (que entre los más pobres en el corto y mediano plazo es mucho, mucho más importante que el precio).
Además de buscar hacer entender que las personas tenemos impacto sobre los elementos endógenos de nuestra vida y no sobre los exógenos. Esta es otra distinción importante también en el campo donde la lluvia por ejemplo es exógena y esperada pero puede ser reemplazada por riego, jagüeyes bien dimensionados, pozos y alimentación para el ganado almacenada de periodos de lluvia a periodos secos.
Quienes estamos trabajando en la agricultura con el Gobierno Nacional y gobiernos departamentales tenemos que lograr que estos aprendizajes sean los más importantes y los primeros para poder implantar asistencia técnica básica; y así poco a poco ir remontando a conocimientos tecnológicos más avanzados pero igualmente disponibles.
Es casi que la pedagogía y la andragogía -la pedagogía para personas mayores- viene antes que la asistencia técnica. El noble propósito de subir los ingresos de los campesinos colombianos que agregan el 60% de nuestra población pobre (siendo ellos el 25% del total en sus 12 millones de personas disgregadas en 40 millones de hectáreas mal explotadas) no es complejo, pero si es laborioso y requiere de gran capacidad de organización y logística.Además de haber ensayado el proceso en prueba y error un buen número de veces.
Pero como decimos en nuestro equipo, TEP: todo es posible.
CARLOS ENRIQUE CAVELIER
carloscavelier@gmail.com
