El martes pasado seis gremios del sector energético, que conforman el comité intergremial, lanzaron un llamado urgente al Gobierno Nacional acerca de la “posibilidad de una crisis sistémica que puede afectar el suministro de energía eléctrica y gas natural”. Acolgen -generadores- Naturgas -gas natural- Andesco -servicios públicos- Andeg -térmicas- SER Colombia -renovables- y Asocodis -distribuidores- piden “soluciones inmediatas” para evitar la interrupción de estos servicios públicos. La situación de la energía eléctrica y del gas natural lleva ya meses enviando alarmas sonoras.
En materia de electricidad, las estimaciones reflejan con preocupación eventuales faltantes de suministro eléctrico para 2026 y, en especial, desde 2027. Parte de la responsabilidad está en la insuficiente entrada de energía ante los retrasos serios para la operación de proyectos de generación y transmisión. Por ejemplo, de acuerdo con cifras de XM, en 2022 entró solo el 28% de la energía esperada y el año pasado, el 17%, y las perspectivas del año en curso no son las mejores.
A este ‘hueco’ por las demoras en la generación se debe sumar otro ‘cuello de botella’ producido por problemáticas similares para las líneas de transmisión. Se convirtió en costumbre que proyectos de esta naturaleza estratégica para la seguridad energética del país tomen más del doble del tiempo proyectado. A lo anterior debe añadirse asimismo la vulnerabilidad del sistema a los vaivenes climáticos -exacerbados por estos rezagos de infraestructura-, la dificultad para atraer las billonarias inversiones requeridas, retrasos en los proyectos de renovables y confusos mensajes desde la regulación y la seguridad jurídica.
El horizonte para el gas natural es aún más sombrío. De acuerdo a cifras del Gestor del Mercado de Gas Natural, no hay suficiente de este combustible local para garantizar la demanda total sin interrupciones para 36 millones de usuarios en el país. Naturgas, junto a los gremios del sector energético, advierten que, a partir del primero de diciembre, Colombia enfrentará un déficit de gas del 12%, y a finales del 2025 y 2026, este faltante se elevará a 30%.
Para este panorama, los gremios apuntan a un abanico de medidas que incluyen, entre otras propuestas, la priorización de explotación de gas natural local y costa afuera, infraestructura de transporte y cambios regulatorios a la comercialización y a la importación. En energía eléctrica se requerirían medidas que acelerarán la entrada en operación de los proyectos de generación y transmisión, nuevas subastas de expansión, campañas de ahorro, pagar a los comercializadores los subsidios y la opción tarifaria, mitigar los impactos de intervención en el mercado Caribe, y facilitar la operación y logística de combustibles para las térmicas.
La respuesta del Ministerio de Minas y Energía a esta comunicación incorpora un listado de desembolsos de subsidios, medidas para el gas, habilitación de acciones preventivas para el suministro de energía, la ‘Misión Transmisión’ para obras de redes, 22 permisos ambientales en dos años, entre otras definiciones.
En conclusión, la administración Petro considera que, según las simulaciones energéticas oficiales, “existe suficiencia para el abastecimiento de energía incluso en los escenarios de hidrología crítica”. Además, insiste en las problemáticas “heredadas”, más que en el reconocimiento de los errores o ausencias propias.
Es difícil enfrentar una crisis con éxito si primero no hay un reconocimiento de su gravedad y urgencia. El Gobierno debería dejar de aplicar el espejo retrovisor para explicar los problemas del sector y encarar ya estas alertas gremiales.
FRANCISCO MIRANDA HAMBURGER
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