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¿Qué significa ser vecino de Bogotá?

Para nosotros los municipios cercanos, la gran preocupación es que aún no se genera la capacidad económica. 

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Para un municipio como La Calera, estar geográficamente muy cerca al corazón de Colombia, indudablemente, trae beneficios, entre otros, a nivel económico, laboral, comercial y de salud. Aunque, existen también algunos puntos negativos en cuanto a la concepción del desarrollo de su suelo.

El Producto Interno Bruto (PIB) de la capital es el más alto del país, lo que significa que las personas tienen un ingreso económico superior. En cifras del Dane, durante el tercer trimestre de 2016, este valor monetario en Bogotá, fue de $35,6 billones lo que representó un crecimiento de 2,1% respecto al mismo trimestre del 2015.

Lo anterior, hace que los municipios que rodean la capital posean una alta opción para invertir, vender y/o comprar, y así mejorar su calidad de vida de una manera acelerada, en comparación con otras zonas de Colombia.

Otro plus, es la cobertura hospitalaria de la capital que, sin lugar a dudas, representa un gran beneficio, gracias al fácil acceso a los mejores centros de salud del país, tales como: la Fundación Santafé, la Clínica del Country, La Reina Sofía y el Hospital Simón Bolívar entre otros, que se suman a la presencia de grandes EPS como Compensar, Famisanar, Sanitas beneficiando a todos los habitantes locales y de municipios vecinos. Esto no es impedimento para que los municipios aledaños marquen su desarrollo local en el sector de la salud, como el caso de La Calera que próximamente reabrirá las puertas de la Clínica Nuestra Señora del Rosario con una gran infraestructura, dotación médica y servicio.

En materia de intercambio comercial, El Guavio - que representa el 11,6% del área total del departamento cuenta con una ventaja sobre los demás municipios de Cundinamarca, porque al llevar productos a las plazas principales del país, como Abastos, Paloquemao, los grandes centros del 12 de octubre y del 7 de agosto, a un mínimo costo de transporte, genera un ahorro para los bolsillos de campesinos y agricultores de nuestra zona, así como para los ciudadanos que pueden comprar a menor precio.

En materia de desarrollo, la articulación entre Bogotá y La Calera, incluye la reestructuración del gran parque San Rafael - que se convertirá en el un ecoparque. El proyecto que tendrá una inversión cercana a los 1.25 billones de pesos operará como una atracción turística ecológica, que además contará con la instalación de un cable que conectará el municipio, con los cerros de Usaquén, consolidándose en un futuro, como un medio de transporte para acceder a la capital y viceversa ayudando a solucionar el problema de movilidad que se presenta hoy en día.

CONTRAS


Ser vecino de Bogotá significa también, soportar la expansión acelerada de predios, a pesar de que la administración pasada hizo un esfuerzo por incentivar el crecimiento hacia el interior, especialmente hacia el centro de la ciudad. Quiere decir, que en esas antiguas construcciones, se puede subir el nivel de construcción hacia lo aéreo, para habitar, de una mejor manera, en el poco espacio que tiene la capital del país y disponer de todos los servicios públicos.

Contrario a lo anterior, actualmente, la expansión de la ciudad se direcciona hacia la sabana de Cundinamarca. Esto implica mejorar la construcción de servicios de acueducto y alcantarillado, con grandes costos de plantas de tratamiento, energía eléctrica y centrales eléctricas. En materia educativa, se necesitaría la creación de más escuelas, colegios y universidades.

En consecuencia, el suelo de la Sabana de Bogotá, será cada vez más costoso, con poca infraestructura y el agravante radica en que los municipios no están orientando sus planes de ordenamiento territorial hacia esta problemática. Simplemente se enfocan en un loteo desproporcionado, incluso, pareciera que los diseñaran irracionalmente. Por ejemplo, partir una fanegada en 100 lotes para venta, en lugar de contemplar estos en desarrolladores institucionales, tales como universidades, colegios, centros de salud, vías amplias, parques y demás servicios que incrementarían la calidad de vida de los ciudadanos, es un error que se sigue cometiendo. Adicionalmente, se continúa contemplando el loteo de manera tradicional, con calles angostas y pocos espacios públicos, lo que conlleva al detrimento en la calidad de vida del ciudadano y sus visitantes.

Otro latente ejemplo, es que el valor del inmueble es muy alto, sin embargo las personas prefieren vivir allí, en un apartamento pequeño, caro y sin calidad de aire, ya que el desplazarse al lugar de trabajo demanda mucho tiempo. Así las cosas, es más viable vivir cerca al lugar donde se labora, que a un municipio aledaño, teniendo acceso al transporte público, específicamente al TransMilenio.

La inversión a futuro que Bogotá haga en el suelo, es una expectativa muy grande para todos los municipios que limitan con la capital. Es vital que se consoliden alianzas estratégicas principalmente con el más cercano, es decir La Calera. En este punto, ya se firmó un convenio de mutua colaboración y de desarrollo de los POT con la administración de Peñalosa y la nuestra.

Para nosotros los vecinos, la gran preocupación es que aún no se genera la suficiente capacidad económica. Quedamos a la urgente espera de una gran reforma institucional de la concepción del área metropolitana que busque una solución histórica, un gana gana entre los municipios y Bogotá.

Ana Lucía Escobar
Alcaldesa del municipio de la Calera

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