América Latina y el Caribe albergan el 40% de la biodiversidad mundial, incluyendo aproximadamente un tercio del agua dulce, una cuarta parte de los manglares y más de la mitad de los bosques primarios. Entre sus ecosistemas más diversos se encuentran la selva amazónica, los humedales del Pantanal, el Gran Chaco, los arrecifes de coral del Caribe y los bosques andinos.
No obstante, entre 1970 y 2018, la región sufrió el mayor declive en biodiversidad registrado en la historia, con una reducción del 94% en las poblaciones de especies monitoreadas, según un informe de WWF de 2022.
Esta situación pone en riesgo la capacidad de proporcionar servicios ecosistémicos esenciales para el planeta, como la provisión y regulación del agua y la producción agrícola. Por lo tanto, se hace urgente la implementación de soluciones efectivas para su conservación y restauración.
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Para enfrentar los desafíos de la pérdida de biodiversidad, el cambio climático y la contaminación, la solución más urgente es incrementar las inversiones en la protección de la naturaleza. Según el informe de la ONU, ‘Estado de la Financiación para la Naturaleza 2023’, los flujos financieros anuales destinados a las Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN) a nivel global deberían duplicarse, aumentando de 200 mil millones de dólares en 2022 a 436 mil millones para 2025.
Frente a este desafiante escenario, la presidencia de Colombia en la 16ª Conferencia de las Partes del Convenio sobre Diversidad Biológica (COP16), que se realizará en octubre de este año en Cali, representa una oportunidad para profundizar la innovación financiera y, de manera estratégica, orientar la alineación de esfuerzos hacia la generación de flujos financieros que estén en sintonía con metas internacionales, como las establecidas en el Acuerdo de París y el Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal.
Colombia es el país más biodiverso del mundo por kilómetro cuadrado, y una gran parte de su población depende directamente de los servicios que proporciona la naturaleza, contribuyendo al menos con un 10% del PIB en 2021. La gestión de esta vasta biodiversidad exige un mayor esfuerzo financiero, ya que entre 2011 y 2021 se destinaron anualmente cerca de 2 billones de pesos del presupuesto público, una cifra inferior al promedio regional, según la Iniciativa para la Financiación de la Biodiversidad (Biofin) del Pnud.
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Consciente de la necesidad de movilizar más recursos, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público lideró el Plan Integral de Gestión del Cambio Climático y Biodiversidad del Sector Hacienda. Este plan, desarrollado con el apoyo del BID, propone un programa de inversiones verdes para enfrentar el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Además, el plan se basa en acciones previamente implementadas en Colombia, como la emisión de bonos verdes.
En los últimos tiempos, han surgido en la región diversas innovaciones financieras que han aumentado el flujo de recursos destinados a la conservación y restauración de la biodiversidad. Entre ellas, se destacan la conversión de deuda por naturaleza en Ecuador y Barbados, la emisión de bonos vinculados a indicadores de sostenibilidad en Uruguay, la valorización de servicios ecosistémicos, y la implementación de Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN) en países como Belice, Chile, México, Brasil, y Guatemala, entre otros.
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Además, en Colombia se están desarrollando esquemas de pago por resultados, como los bancos de hábitat y los bonos de impacto, que incentivan a propietarios de tierras y comunidades a gestionar sus territorios de manera sostenible.
La COP16 ofrece una oportunidad inmejorable para que Colombia impulse un diálogo con el sector financiero sobre el desarrollo de nuevos instrumentos que promuevan la conservación y el uso sostenible de los recursos naturales, integrando a su vez los intereses y el bienestar de las comunidades locales.
Colombia tiene la posibilidad de liderar estos esfuerzos, atrayendo inversiones que mejorarán la calidad de vida tanto de las generaciones actuales como de las futuras.
RAMIRO LÓPEZ-GHIO
Representante del Grupo BID en Colombia.
