Contrario a lo que se llegó a pensar en el pasado, los videojuegos pueden ser grandes aliados de las personas que buscan mejorar y proteger su salud mental, especialmente en adolescentes y mujeres; que lograron desarrollar habilidades en pro de esta tarea y lograron sobrellevar los retos de momentos de alto estrés y frustración para el mundo, como la pandemia y el confinamiento que se vivió en el 2020.
Así se aprecia en un reciente informe de Nature Human Behaviour que se dedicó a revisar los efectos de los videojuegos en la salud mental en Japón, en los años 2020 y 2022, en el que también se muestra que, contrario a lo que pensaban las personas mayores, si se genera un equilibrio entre estos aparatos y la vida diaria, se puede construir una mejor calidad de vida y generar lazos afectivos y sociales más fuertes.
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Los investigadores, de acuerdo con la publicación, se centraron en identificar el “efecto causal de los videojuegos en el bienestar mental en Japón (2020–2022) utilizando sorteos de consolas de videojuegos como un experimento natural. Empleando enfoques diseñados para la inferencia causal en datos de encuestas, encontramos que la posesión de una consola de videojuegos, junto con un mayor tiempo de juego, mejoró el bienestar mental”.
También señalaron que los responsables políticos, investigadores y actores públicos están particularmente preocupados por la adicción a los videojuegos y sus posibles efectos adversos en el bienestar psicológico, pero que la evidencia actual sobre los efectos del juego de video es insuficiente, no necesariamente debido a la falta de investigación, sino más bien al enfoque y método de los estudios existentes.
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En total se hicieron consultas a 97.602 encuestados, de los cuales 8.192 participaron en el sorteo. Aproximadamente una cuarta parte de los 97,602 encuestados tenía entre 10 y 25 años, mientras que el 39% tenía entre 45 y 69. Alrededor del 21% eran estudiantes, el 10,7% estaban desempleados y el 39% eran empleados a tiempo completo. Así mismo, más de un tercio de los 8,192 participantes del sorteo (35%) eran jugadores acérrimos, y alrededor del 20% eran jugadores centrales.
En el ejercicio también se hizo una regresión multivariada, encontrando una correlación positiva estadísticamente significativa entre jugar videojuegos y la angustia psicológica en dos de las cinco estimaciones mediante un modelo de regresión que controla un conjunto completo de covariables. Así mismo, se encontró una asociación positiva significativa entre jugar videojuegos y la satisfacción con la vida.
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Impacto directo
Dicho de una forma simple, estos académicos concluyeron que la posesión de una consola de videojuegos y el tiempo de juego asociado demostraron tener un efecto positivo en el bienestar mental de los participantes, ya que se observó una reducción en la angustia psicológica y una mejora en la satisfacción con la vida, desafiando la percepción generalizada de que el tiempo frente a la pantalla tiene efectos únicamente negativos.
El estudio también encontró que el tipo de consola de videojuegos utilizado tenía un impacto diferencial en el bienestar mental. Por ejemplo, las consolas de Nintendo Switch y PlayStation 5 mostraron efectos distintos en diferentes grupos demográficos. Los adolescentes y las mujeres obtuvieron mayores beneficios al usar una consola en particular, lo que resalta la importancia de considerar las características específicas de los videojuegos.
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Otro dato que llamó la atención fue que mediante el uso de un algoritmo de aprendizaje automático, el estudio identificó variaciones en los efectos de los videojuegos según factores sociodemográficos como la edad y el género; dejando claro que los efectos de los videojuegos no son uniformes para todos los usuarios, y que factores personales pueden influir en cómo los videojuegos afectan el bienestar mental.
Este estudio se llevó a cabo durante la pandemia de la Covid-19, un periodo en el que el uso de videojuegos se incrementó considerablemente debido a las restricciones de movilidad y el distanciamiento social. Los hallazgos sugieren que, en este contexto particular, los videojuegos pudieron haber servido como una herramienta efectiva para mejorar el bienestar mental durante un tiempo de estrés global.
