Para muchos, se trata de un hábito infalible de la rutina y muy necesaria. Es que algunos afortunados, durante la semana, pueden tomarse siestas, ya sea después del trabajo o durante los días libres si hay muchos deberes que hacer. Ahora los expertos respondieron una gran duda: de cuánto tiene que ser este descanso para ser considerado reparador.
James Maas, profesor emérito de la Universidad de Cornell, aseguró en su libro Dormir para el exito que las siestas pueden ser "muy beneficiosas". En declaraciones con medicalexpress, el especialista dedicado al sueño y la salud aseguró que una siesta corta de "entre 20 y 30 minutos puede aumentar la alerta, la concentración y la creatividad, además de mejorar el estado de ánimo".
"Esta brevedad permite al cerebro descansar sin sumergirse en las fases más profundas del sueño, que pueden causar aturdimiento al despertar", argumentó.
No obstante, Mass dio un consejo: deben evitarse las siestas que sean muy tarde durante el día. "Idealmente, tendrían que realizarse alrededor de 6 a 7 horas después de despertar", remarcó.
En tanto, aquellos con problemas para dormir por la noche o las personas mayores, deben ser cautelosos porque las siestas prolongadas pueden afectar negativamente la calidad del sueño nocturno.
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Los beneficios en la alerta y la memoria
Por su lado, Sara Mednick, investigadora del sueño en la Universidad de California-Irvine, respaldó estas afirmaciones de Maas con evidencia científica.
En su libro Tome una Siesta, Cambie su Vida, detalló cómo las siestas de menos de 30 minutos permiten que el cerebro pase solo por la segunda etapa del sueño, clave para la alerta y la memoria, sin entrar en la fase de sueño profundo.
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"Las que son de corta duración son más efectivas que la cafeína, incluso, para mejorar el rendimiento cognitivo. En comparación, el placebo puede incluso superar al café en términos de efectividad para algunas personas", indicó Mednick.
"Esto sugiere que una siesta corta podría ser una alternativa valiosa a las soluciones más convencionales. Entre las 2 y las 4 de la tarde, la mayoría de las personas experimenta una caída natural en los niveles de energía, lo que puede hacer que una siesta a esa hora sea particularmente beneficiosa", completó.
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