Los que tienen a un perro como mascota desearían que su compañero sea eterno. Lamentablemente, la vida no es lo suficientemente generosa en este sentido, y ahora, un estudio científico demostró que las razas grandes y las de hocico achatado tendrían una esperanza de vida promedio más corta que los perros pequeños y los de hocico alargado.
La investigación fue presentada en la revista Scientific Reports en la que también se precisó que las hembras también viven algo más que los canes machos. No obstante, los expertos expresaron que excepciones a estas tendencias generales, y que los resultados podrían no aplicar para los perros que viven fuera del Reino Unido (donde se hizo el estudio), donde las prácticas de cría —y las reservas genéticas— serían distintas.
“Ahora que identificamos a estas poblaciones con riesgo de muerte prematura, podemos empezar a investigar a qué se debe. Esto nos brinda la oportunidad de mejorar la vida de nuestros perros”, dijo Kirsten McMillan, autora y líder de la investigación a The New York Times.
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155 razas analizadas
El hecho de que sean ruidosos no quiere decir que no lo harán feliz.
IStock
Con una base de datos de 584.734 perros británicos, los investigadores reunieron registros de razas, compañías de seguros de mascotas, empresas veterinarias y otras fuentes.
En este contexto, se pudo dar con una mayoría de perros de raza, en total, unas 155. El resto se combinaron en una única categoría de raza mestiza. Luego, los investigadores clasificaron el tamaño corporal de cada raza en pequeño, mediano o grande y la forma de su cabeza en chata, medianamente proporcionada o alargada.
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Los resultados
Lancashire heeler
Purina
Los investigadores descubrieron que la esperanza de vida promedio de todos los perros era de 12,5 años, pero que variaba “espectacularmente” de una raza a otra. Por ejemplo, los lancashire heeler, una raza de perros pastores pequeños, vivieron un promedio de 15,4 años. En cambio, los pastores caucásicos, mucho más grandes, tan solo un promedio de 5,4 años.
Pero atención con los perros de hocicos planos y chatos, como los populares bulldogs: estas razas vivieron un promedio de 11,2 años, mientras que las de cara media y larga tuvieron una esperanza de vida de 12,8 y 12,1 años.
En esta línea, los expertos advirtieron de que sus hocicos extremadamente cortos conllevan problemas respiratorios, insolación y otros problemas de salud.
