Rica en nutrientes y sobre todo, en. fibra, la avena es uno de los cereales más ricos y versátiles para crear todo tipo de platos y comidas. Sin embargo, para algunas personas con enfermedades preexistentes, puede ser perjudicial y hasta peligroso, por lo que se recomienda no consumir este alimento o derivados.
Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, en inglés), este tipo de grano reduce los niveles de colesterol y azúcar en la sangre, así como ayuda a controlar el apetito al hacer que se sienta lleno. El salvado de avena y la avena integral se utilizan para las enfermedades cardíacas, el colesterol alto y la diabetes. También se usan para la presión arterial alta, el cáncer, la piel seca y muchas otras condiciones.
No obstante, ciertas condiciones médicas que requieren precaución, hay que prestar cierta atención y consultar con especialista en nutrición ante cualquier duda.
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Las enfermedades con las que hay que tener cuidado
Comer avena
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Celiaquía
Uno de los grupos que debe tener especial cuidado al consumir avena son aquellos con celiaquía. A pesar de que la avena en su forma natural no contiene gluten, el proceso de cultivo y procesamiento puede contaminarla con trazas de este. Es fundamental que los celíacos solo consuman avena certificada sin gluten, para evitar complicaciones graves.
Sensibilidad al gluten no celíaca
Al igual que los que tienen celiaquía, quienes sufren de sensibilidad al gluten no celíaca pueden experimentar síntomas adversos al consumir avena contaminada. Los afectados pueden experimentar malestar digestivo, dolor abdominal e hinchazón si consumen avena que no esté libre de gluten. Por ello el mismo consejo: solo consumir avenar certificada sin gluten.
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¿Personas con alergia a la avena?
Algunas personas tiene la rara patología de ser alérgicas a la avena, con síntomas que van desde erupciones cutáneas hasta dificultad para respirar o anafilaxia en los casos más graves. Es importante consultar con un especialista y evitar su consumo hasta obtener un diagnóstico claro.
Trastornos digestivos
El consumo de avena puede aumentar el malestar estomacal o los episodios de diarrea en aquellos con sensibilidad intestinal, en aquellos que sufran del síndrome del intestino irritable. La fibra de la avena puede ayudar a mejorar la función intestinal en algunas personas, otras pueden ver agravados sus síntomas.
