Si tiene una de estas enfermedades, no debería comer carne

Si bien comer carne es una tradición común en muchas culturas de todo el mundo y ha sido parte fundamental de la dieta humana desde tiempos prehistóricos, hay algunos grupos que deben tener especial cuidado en reducir al mínimo o eliminar la carne roja de su dieta.

Más allá de las restricciones de origen religioso, ambiental o cultural, la carne ha desempeñado un papel central en la alimentación, la economía y las prácticas sociales a lo largo de la historia.

Pero hay algunos grupos de personas que, por cuestiones de salud, deben restringir o eliminar este alimento de su dieta. Según explica el médico Mike Bohl en el sitio especializado Eat this not that, la carne roja puede tener un alto contenido de grasas saturadas y su consumo habitual se ha relacionado con:

- Colesterol alto.

- Enfermedades cardiovasculares.

- Cáncer, en particular de colon.

- Riesgo de obesidad.

- Hipertensión arterial.

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Bohl explica que la carne roja dificulta la digestión, ya que tiene una gran cantidad de proteínas y grasas que tardan demasiado en salir del estómago, por lo cual comer carne roja puede afectar más a las personas que tienen un estómago con problemas gastrointestinales o más sensible.

La Asociación Americana de Diabetes indica que la ingesta de grasas totales recomendada para quienes tienen esta enfermedad crónica es de no más de 20 gramos. Para tener en cuenta, un filete de 226 gramos ya tiene 19 gramos de grasas saturadas.

Algunos estudios sugieren que el consumo excesivo de carne roja y carnes procesadas está asociado con un mayor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, en especial el de colon. En este sentido, la médica Cedrina Calder indica que quienes tienen un historial médico familiar donde se ha padecido cáncer de colon, deberían evitar la carne roja.

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Se trata de una reacción alérgica “grave y potencialmente mortal” que aparece luego de consumir carnes rojas o productos que fueron expuestos a esta molécula que se encuentra en la mayoría de los mamíferos e incluso en algunos derivados, como las gelatinas.