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Camilo Herrera Mora

Políticamente adolescentes

La adolescencia se ve en su aversión a las normas, su manejo continuo de sofismas, verdades a medias, mentiras.

Camilo Herrera Mora
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Camilo Herrera Mora

Podría ser que este no es un gobierno revolucionario, es un gobierno adolescente. Es un grupo de poder que quiere el cambio, sin respetar las normas y bajo la premisa que tiene más derechos que deberes. El problema, es que las normas existen por algo y en muchos casos, ellos mismos las escribieron.

Por años de estudio sobre el consumidor, comprendí que ser adolescente es complejo, ya que nos lleva de la infancia donde mucho se nos dio sin hacer casi nada, con normas que nos cuidaban y ayudaban a crecer, a una adolescencia, donde sentimos que las normas ya no nos aplican porque somos capaces de hacer las cosas solos, si y solo si, no debemos asumir las consecuencias: Es tener derechos, no deberes.
Desafortunadamente en nuestro país y en muchas partes de América Latina actuamos sin temor a las consecuencias, por que los estados son incapaces de sancionar a las personas que faltan a las normas y por esto vemos gobiernos que mienten continuamente, violan la ley y abusan del poder, y finalmente no les pasa nada.

Bajo la premisa del cambio, asumen que tienen el deber de cambiar todo lo que estaba, sin detenerse a pensar que las cosas son así por múltiples razones, como en el caso del presupuesto nacional, que debe ser regulado para evitar su despilfarro y cumplir con los compromisos adquiridos.

A primera vista, puede tener sentido que se critique los compromisos, contratos y deudas adquiridas por los gobiernos anteriores que limiten que el presidente puede hacer lo que cree que debe hacer, más la realidad ha puesto en cintura a todos los mandatarios en Colombia, al recordarles que las normas se deben cumplir, para asegurar que las cosas pasen, continúen pasando y no dejen de pasar.

Simplemente, no hay forma de hacer políticas públicas y obras, que la de hacerlas por varios gobiernos y no de la forma que cada gobernante de turno quiera.

La adolescencia se ve en su aversión a las normas, su manejo continuo de sofismas, verdades a medias, mentiras descaradas e infinitos mensajes confusos para que la opinión pública simplemente no tenga como hacerle seguimiento.

Los adolescentes no asumen su responsabilidad. Se ocultan en el hecho que alguien más hizo lo que ellos hacen, o bien, se debería hacer como ellos dicen, porque así debe ser. Funcionarios que escuchan para responder y argumentar, en vez de concertar y construir, más concentrados en echar la culpa que en plantear soluciones. Por eso aman las redes sociales, como los adolescentes.

No tengo claro si saben que, al cambiar los manuales de cargos, requisitos de contratación y mecanismos de presupuesto, le están dejando esas figuras al próximo gobierno. Asumo que piensan que continuarán el poder o de lo contrario no darían semejante oportunidad.

Gobernar es una tarea adulta, para personas que asumen la responsabilidad de sus actos y que comprenden que deben respetar las normas. No es un juego.

Camilo Herrera Mora
Fundador Raddar.

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