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Francisco Miranda Hamburger
Editorial

Momento de acelerar

Los recientes datos de la inflación ratifican la ventana para que el Banco de la República eleve el ritmo en que está reduciendo las tasas de interés.

Francisco Miranda Hamburger
Director de Portafolio
POR:
Francisco Miranda Hamburger

El pasado lunes el Dane publicó el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de septiembre pasado que reportó una variación año corrido de 4,58 por ciento y anual de 5,81 por ciento. Este es el dato de inflación más bajo que se registra desde diciembre de 2021 y confirma la senda a la baja que el IPC anual ha venido experimentando en los últimos meses.

Esto constituye un importante alivio al costo de vida de los hogares colombianos, en especial los más pobres y vulnerables. Lo anterior en medio de la expectativa por los eventuales efectos que tendría el paro camionero de principios de septiembre y el alza del precio del diesel sobre los alimentos, el transporte, los combustibles y el comercio. Afortunadamente, la poca duración de la protesta de los transportadores incidió en que el IPC del noveno mes de año no se viera tan impactado.

Estos resultados de la inflación llegan una semana después de que la junta directiva del Banco de la República decidió bajar 50 puntos básicos la tasa de interés y dejarla en 10,25 por ciento. Si bien es la séptima reducción consecutiva que definen los codirectores del Emisor, crecen los llamados del Gobierno, gremios y centros de estudios económicos para que se incremente la velocidad de la rebaja, por ejemplo, hasta 75 puntos básicos. De hecho, ese fue el tenor de la reacción de los mercados a la más reciente reducción: que existe un espacio para que las tasas de interés caigan mucho más rápidamente.

La prudencia ha sido la guía de los banqueros centrales en la política monetaria contraccionista para enfrentar las drásticas disrupciones en materia económica, y en oferta y demanda que ha experimentado la economía nacional en la pospandemia.

Para el Banco de la República, la inflación en Colombia no ha descendido al ritmo adecuado y, con excepción de Venezuela y Argentina, se sostiene en uno de los niveles más altos de la región latinoamericana.

También es cierto que los codirectores del Banco de la República han podido ejercer su misión de lucha contra la inflación con independencia y robustez técnica, en medio de permanentes reclamos del Gobierno Nacional, del presidente de la República Gustavo Petro y de los gremios de la producción.

La reelección de Leonardo Villar como gerente del Emisor por otros cuatro años ratifica una positiva continuidad y estabilidad en el manejo de la política monetaria, la autonomía de la entidad y su toma de decisiones basada en argumentos técnicos y no políticos.

Por otro lado, a pesar de las fuertes presiones ejercidas por la subida a los combustibles, los efectos climáticos y las alzas al salario mínimo, la variación anual del IPC ha venido reduciéndose, aunque no a la velocidad que las autoridades monetarias desearían. Junto a la baja en los precios al consumidor, los bancos colombianos han reducido tasas de interés en sus créditos e incluso firmaron con el Gobierno Nacional un acuerdo para el otorgamiento de más créditos a sectores y áreas estratégicas, que debería agilizar su despliegue.

Estas condiciones favorecen que medidas orientadas a la reactivación económica- que el Ejecutivo tendría que lanzar en los próximos días- ganen tracción y logren su objetivo de inyectar de dinamismo al aparato productivo.

En conclusión, inflación a la baja y menores tasas de interés- sin desconocer otros problemas de confianza, seguridad y senda fiscal- van abriendo una ventana de oportunidad para que, en sus próximas reuniones, la junta directiva del Banco de la República comience a abandonar la cautela y reduzca más rápidamente las tasas.

FRANCISCO MIRANDA HAMBURGER
​framir@portafolio.co
X: @pachomiranda

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