Hace poco más de un año, un libro publicado por el Banco de la República concluía que Colombia estaba más cerrada comercialmente que hace 30 años, e incluía diversos mensajes, como el que indica que el proteccionismo ha sido protagonista y ha definido las políticas en la materia durante las últimas décadas.
Tras un 2020 golpeado por la pandemia, en el que las tendencias comerciales en el mundo fueron precisamente hacia el otro lado, con más restricciones impuestas que liberalizaciones, poco ha cambiado desde que el Emisor publicó su representativo trabajo.
En este sentido, nueve cámaras de comercio encargadas de impulsar los intercambios con otras naciones -Estados Unidos, la Unión Europea, China, España, India, Brasil, Chile, Israel y los países árabes- resaltaron nuevamente en las páginas de Portafolio algunas de las trabas que se presentan al hacer este tipo de operaciones con Colombia.
Desde barreras no arancelarias, hasta una baja competitividad de los exportadores nacionales, pasando por la poca visibilidad de Colombia en el exterior, la necesidad de ajustarse a nuevas reglas de juego como los temas ambientales y seguir avanzando en la diversificación, son algunos de los principales desafíos que estas instituciones ven en cuanto al comercio con el país.
Por supuesto hay avances, y los TLC firmados por el país y el buen comportamiento que han mostrado las exportaciones del agro durante 2020, cuando todas las demás cayeron, es algo que siembra un buen precedente.
Pero hay que hacer más. Las cámaras bilaterales dejan claro que las oportunidades están ahí, pero hay que trabajar para poder aprovecharlas. Mirar hacia afuera también es una prioridad para la economía nacional.
