A punto de llegar al 8 de marzo, cuando se conmemorará un año más el Día Internacional de la Mujer, cada vez son más los informes y estadísticas que por estas fechas hacen referencia a una de las brechas que todavía se viven en prácticamente todas las partes del mundo y que resultan más llamativas: la desigualdad por términos de género.
Ayer el Banco Mundial reveló su estudio ‘La Mujer, la Empresa y el Derecho 2022’, que hace un barrido por las diferencias existentes en cuando a derechos laborales, igualdad de oportunidades económicas o las barreras legales que hay y que impiden que la mujer pueda participar en las actividades de la misma forma que un hombre, entre otros aspectos.
La conclusión central es que en el mundo hay 2.400 millones de mujeres en edad de trabajar que no cuentan con una igualdad plena en estos aspectos económicos, al tiempo que la brecha de la esperanza global de ingresos entre ellas y ellos a lo largo de sus vidas es de US$172 billones, el doble del PIB mundial.
América Latina no está mal ubicada en el ránking, pues solo dos regiones tienen datos mejores, pero solo dos países, Perú y Paraguay, están entre las 39 naciones con un puntaje superior a 90, que sirve de ‘mínimo’.
Colombia, con un puntaje de 84,4 sobre 100, tiene mejoras en el indicador gracias a la aprobación de la licencia parental remunerada, pero aún presenta retos. Si bien sacó la nota más alta en rubros como movilidad, trabajo, matrimonio, parentalidad y activos, llega a solo 50 sobre 100 en remuneración y jubilación, y 75 en el acceso a la empresa.
Ni Colombia, ni ningún país debe escatimar esfuerzos para que tener 100 puntos en todos los rubros sea el único ‘mínimo’ aceptable. Todo lo demás es una brecha inexplicable.
FRANCISCO MIRANDA HAMBURGER
framir@portafolio.co
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