Aunque el vino pueda ser más sabroso y adquirir mayor sabor con el paso del tiempo, este razonamiento no aplica para todos los momentos. Si abre una botella, pero no consume todo su contenido, ¿cuánto tarda en estropearse? Para terminar con las dudas y especulaciones, le ofrecemos tres trucos para que no pierda sus cualidades.
¿Qué pasa con el vino cuando se abre?
Según la página especializada en vinos Borde Río, sostiene que al abrir una botella de vino, entra en contacto con el oxígeno y aunque en un principio pueda ser bueno, se vuelve dañino si no hay un control. Si se la deja abierta, las bacterias pueden entrar en contacto con la bebida causando su fermentación, lo que también se conoce como “vino picado”.
(MÁS: Las 7 señales para saber si sus pulmones están fallando sin que se dé cuenta)
¿Cuánto dura un vino abierto?
Ni bien se abre, ya comienza a perder sus cualidades, aunque taparlo con su mismo corcho podría ser una solución.
1. Los vinos blancos y rosados mantienen su calidad por unos 3 días en la nevera.
2. Los vinos tintos jóvenes pueden durar un poco más. Hasta aproximadamente una semana.
3. Los vinos tintos envejecidos, sin embargo, solo aguantan entre 2 y 3 días.
4. Los vinos dulces resisten más el paso del tiempo
5. Los vinos espumosos son los menos longevos. Solo duran bien hasta el día siguiente.
(LEA: La dura predicción de Mhoni Vidente sobre posible salida de Nicolás Maduro)
Vino
iStock
3 técnicas para conservar el vino abierto:
Desde el portal Ecnology recomiendan:
Temperatura: Dejarlo afuera del refrigerador no es opción. “De esta forma se estropeará menos y conservará mejor sus propiedades, esto porque el frío ayuda a que cualquier reacción química, como la oxidación, demore más tiempo en suceder”, indica la página especializada en vino. También se debe colocar la botella en posición vertical y a una temperatura que ronde los 13 grados.
Evite la luz: Hay que tener en cuenta la luz artificial como la solar. Si está mucho tiempo expuesto debe saber que el sabor del vino se va a ver alterado. Lo ideal es que esté ubicado en algún sector del refrigerador donde no tenga contacto directo con las luces artificiales.
Quitar el aire de la botella: De forma automática, cada vez que abra o se sirva vino, debe volver a colocarle el tapón o corcho. Incluso, si se quiere, para que sea aún más hermético puede ponerle un poco de papel encerado. De esta forma aumentará la presión del tapón y se evitará la entrada de oxígeno.
