Las acciones vanguardistas de Elon Musk en ciencia y tecnología contrastan con sus posiciones políticas que niegan los derechos de los inmigrantes, su reticencia a negociar colectivamente el respeto de los derechos laborales y sus enfrentamientos con el gobierno de Brasil por la negativa de X a asegurar la objetividad de la información que difunde.
Musk entrevistó personalmente a Trump, quien regresaba a la red X tras haber sido excluido por sus abusos en dicha red y, en una entrevista complaciente, Musk adhirió a los planteamientos antiinmigrantes y racistas que hizo el candidato republicano.
Hace seis meses los sindicatos suecos entraron en huelga por la negativa de Tesla a firmar un acuerdo colectivo con el sindicato IF Metall de los trabajadores automotrices, que buscaba garantizar salarios justos y condiciones de trabajo seguras. La negativa de Tesla desafiaba las normas laborales suecas y cuestionaba el modelo laboral del país.
Además Musk se enfrentó a la justicia de Brasil, pues en el marco de una campaña contra la incitación al odio, la desinformación y las noticias falsas, las autoridades judiciales le pidieron a Musk suspender determinadas cuentas de X en el país. El magnate acusó al juez brasileño de censura y el 30 de agosto esa plataforma quedó cerrada en Brasil. Tras la imposición de una multa de cinco millones de dólares, Musk decidió acatar las órdenes de la justicia.
Musk ha sido crítico de la intervención estatal en la economía y en 2021 dijo en The Wall Street Journal que “sería mejor que el gobierno dejara de aprobar leyes de financiamiento para la infraestructura nacional”, pese a que Tesla recibió enormes subsidios en Texas para construir su planta en Austin.
Además los créditos fiscales para compradores de vehículos eléctricos han sido fundamentales para aumentar las ventas de Tesla.
SpaceX, empresa de exploración espacial de Musk, también ha dependido en gran medida de contratos con el gobierno estadounidense, particularmente con la NASA y la Fuerza Aérea. Desde su fundación en 2002, SpaceX ha recibido contratos por cerca de 5.500 millones de dólares, sin los cuales su acelerado desarrollo no habría sido posible.SolarCity, otra de las empresas de Musk, dedicada a la energía solar, ha recibido más de 1.500 millones de dólares en subvenciones y créditos fiscales del gobierno estadounidense.
Estos fondos han sido decisivos para la expansión y desarrollo de la compañía, aunque SolarCity ha enfrentado problemas financieros y controversias sobre la sostenibilidad de su modelo de negocio.
En este orden de ideas, el vanguardismo de Musk que impulsa avances en la industria automotriz, en exploración espacial, en la producción sostenible y en la ciencia médica, contrasta significativamente con su posición xenófoba en política, su renuencia a respetar los derechos laborales y su desinterés en proteger la objetividad en la información que difunde en su red.
