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Microcrédito agropecuario

Si los ingresos agrícolas no son suficientes para cubrir los pagos de los préstamos, los agricultores pueden caer en un ciclo de deuda. 

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El microcrédito se popularizó inicialmente como herramienta para combatir la pobreza y fomentar el desarrollo económico en países en desarrollo. Muhammad Yunus, de Bangladesh, se convirtió con el Banco Grameen en uno de los primeros y más exitosos proveedores de microcréditos en el mundo. El mecanismo proporciona capital a personas de bajos ingresos que no tienen acceso a servicios financieros en los bancos comerciales.

Éste se centra en prestar a personas que no tienen garantías o historiales crediticios sólidos y que no pueden acceder a préstamos convencionales. En muchos casos, ha demostrado ser una herramienta efectiva para mejorar los medios de vida de las personas en situación de pobreza al proporcionarles acceso a capital para iniciar o expandir actividades generadoras de ingresos, sobretodo de emprendimientos informales.

El microcrédito en el campo colombiano inició llegando a poblaciones rurales a segmentos como tiendas, panaderías y actividades varias desarrolladas por las familias rurales pero sin abordar la actividad agropecuaria dado que los pequeños productores cuentan con un sistema de financiamiento a tasas y plazos más favorables y acordes con los ciclos de producción, como son las líneas de redescuento de Finagro.

Sin embargo, en la medida que se fue copando el mercado del microcrédito rural se inició el mercadeo de este producto a los campesinos creando problemas de mayor endeudamiento.Infortunadamente ante la demora en la aprobación y desembolso de los créditos para los pequeños productores agropecuarios por parte del Banco Agrario, en el cual hay que considerar todas las veces que le devuelven la solicitud antes de radicarla, llevan a los pequeños productores a acceder a las ofertas de microcrédito agropecuario. De esta forma, cuando reciben el desembolso del Banco Agrario quedan doblemente endeudados.

Así, existe un riesgo inherente de que los agricultores se sobreendeuden al depender de dos fuentes de crédito para financiarse. Si los ingresos agrícolas no son suficientes para cubrir los pagos de los préstamos, los agricultores pueden caer en un ciclo de deuda difícil de romper.

Si el proceso de crédito de fomento de Finagro funciona de manera adecuada y oportuna, los pequeños productores no tienen necesidad de recurrir al microcrédito.

Hoy es una de las causas del sobreendeudamiento y crecimiento de la cartera vencida de las entidades microfinancieras. Esta es una de las grandes distorsiones que se vienen presentando en el mercado financiero agropecuario.

Es necesario que el Gobierno adopte medidas urgentes para garantizar que el financiamiento de los pequeños y medianos productores cumpla con los principios fundamentales de la Constitución y de la Ley 16 de 1990, que es garantizar que los recursos de crédito del Sistema Nacional de Crédito Agropecuario que son abundantes y suficientes se transfieran de manera eficiente y oportuna a los campesinos que lo solicitan. Así se evita los riesgos de la producción agropecuaria y que el sobreendeudamiento a altas tasas los saquen del ciclo productivo.


Jesús Antonio Vargas Orozco

Consultor Empresarial / Jesusvargas.orozco@gmail.com

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