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Francisco Miranda Hamburger

Recuperar la agenda

La recuperación de la agenda de los ODS, en un entorno como el de Colombia, parte de reactivar la pedagogía sobre los mismos. 

Francisco Miranda Hamburger
Director de Portafolio
POR:
Francisco Miranda Hamburger

En el marco de la asamblea general de Naciones Unidas que se está desarrollando en Nueva York se celebró a principios de la semana la Cumbre de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2023. Este encuentro, que marca el punto medio en los 15 años que el mundo se puso como meta para alcanzar estas 17 metas globales, fue catalogado por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, como “un momento de unidad para brindar un renovado ímpetu” en esa hoja de ruta.

Desde su lanzamiento, en septiembre de 2015, la agenda de los ODS- Agenda 2030- ha generado un atractivo marco de acción estandarizada que traduce el desarrollo sostenible en un conjunto de 17 objetivos con alrededor de 169 metas tangibles.

Países como Colombia pudieron sincronizar sus políticas públicas nacionales y locales a este paquete de iniciativas y poder medir los ritmos de avance. Incluso empresas privadas engancharon sus estrategias de sostenibilidad corporativa a los distintos vagones de los ODS, en términos de su contribución. Importantes centros de estudio y tanques de pensamiento aportaron notables esfuerzos de seguimiento y monitoreo, en especial, a las cifras de origen estatal, así como de concientización y reconocimiento de esta agenda.

Como era de esperarse la triple crisis de la pandemia de covid-19- social, económica y sanitaria- descarriló muchos de los logros alcanzados en algunos de los ODS relacionados con la pobreza, las desigualdades, la inseguridad alimentaria, la salud y el acceso a la energía.

Tras el choque del coronavirus, Colombia, de acuerdo al más reciente informe anual de la implementación de los ODS de Planeación Nacional, registra un avance global de la agenda 2030 del 60,2 por ciento, con corte a principios de 2022.

Midiendo 169 metas definidas, con una batería de 180 indicadores -141 de ellos con información disponible- el DNP calculó avances parciales de cada uno de los 17 objetivos que dibujan una radiografía mucho más detallada. Debajo de un promedio aceptable en el punto medio de los 15 años de plazo, se esconden, en el caso colombiano, preocupantes rezagos en Objetivos como el 1 -Fin de la Pobreza- con un avance del 43 por ciento o el 2 -Hambre cero- que reporta tan solo un 23,9 por ciento.

Las alertas deben dispararse asimismo alrededor del ODS 7 -Energía asequible y no contaminante- que marca un 38,9 por ciento, así como en el 3 -Salud y Bienestar- con 48 por ciento y el 10 -Reducción de las desigualdades- con un 49,3 por ciento.

Si bien el reporte de Planeación Nacional asocia las metas de los ODS con las acciones que propone el Plan Nacional de Desarrollo de la administración Petro, es justo reconocer que esta agenda 2030 ha venido perdiendo prioridad y atención en el debate sobre el desarrollo sostenible y equitativo de un país como Colombia.

Las razones no se limitan al choque de la pandemia. Las Naciones Unidas han venido perdido protagonismo y preponderancia en el abordaje para resolver las principales problemáticas globales tanto alrededor de la guerra rusa en Ucrania, por ejemplo, como con respecto a los retos ambientales, la lucha contra la pobreza y las garantías a los derechos humanos. La invitación de la ONU a prender el entusiasmo, el optimismo y la esperanza por esta agenda empieza por casa y también en relación con las agendas y preocupaciones locales.

La recuperación de la agenda de los ODS, en un entorno como el de Colombia, parte de reactivar la pedagogía sobre los mismos, apalancarse más en la contribución privada y empresarial y en conectar los anhelos de cambio de los colombianos con unas metas alcanzables. Solo así este camino hacia 2030 y hacia la reducción de la pobreza podrá acelerarse.


FRANCISCO MIRANDA HAMBURGER
framir@portafolio.co
​Twitter: @pachomiranda

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